Trucos para ahorrar combustible
Con el carburante por las nubes (y aún le queda llegar a la estratosfera), cada vez empieza a ser más importante reducir el gasto de gasolina o gasóleo. Aquà te damos unos sencillos trucos para ahorrar combustible.
Sigue estos trucos, ahorraremos dinero y, además, iremos más seguros:
- Mantén en buen estado tu coche. No sólo es mejor tener el vehÃculo limpio (mejoramos la visibilidad y nos podemos anticipar a los imprevistos): llevar el nivel y calidad del aceite adecuado y, sobre todo, las correctas presiones en los neumáticos supone un ahorro de combustible notable. Si no tenemos el coche bien revisado y la inyección está fuera de punto o contamos con un filtro de aire en mal estado, podemos multiplicar por 2 nuestro consumo diario y también contaminamos mucho más.
- Deja los nervios en casa. Conducir crispado nos hace ser muy bruscos en las maniobras, lo cual dispara el consumo y el riesgo de sufrir un accidente.
- Sal 10 minutos antes. Ir con prisas a todas partes es lo peor para ahorrar combustible. En lugar de quedarte hasta el último minuto en la cama -o chateando-, sal con margen de sobra hacia donde tengas que ir.
- Aparca en el primer sitio que encuentres, aunque esté un poco más lejos. Muchas veces, por querer aparcar en la puerta acabamos dando vueltas durante varios minutos. Valora la posibilidad de utilizar un parking, a veces es más barato que el combustible que gastamos buscando un hueco.
- Quita del maletero todo lo que no necesites: el peso aumenta el consumo.
- Desmonta la baca del techo si no la utilizas; la resistencia aerodinámica multiplica el gasto de combustible.
- Usa calzado adecuado para conducir: unos zapatos de suela demasiado gruesa, botas de trekking o zapatos de tacón influyen de manera negativa en el consumo, al restarnos sensibilidad en el pedal del acelerador.
- Mantén la distancia de seguridad. Si nos separan varios metros del coche que nos precede, evitaremos tener que dar frenazos bruscos y luego vernos obligados a recuperar la velocidad.
- Sal con suavidad de los semáforos, no son una parrilla de salida. Si estás en una cuesta abajo, suelta el freno, deja que el coche empiece a moverse por su propia inercia y mete segunda en lugar de primera, suelta el embrague despacio.
- Utiliza el cambio de manera inteligente. Siempre que puedas, lleva el motor a un régimen tranquilo, entre 1.500 y 2.500 rpm. Esto, como norma general, pero si para mantener la velocidad que llevas necesitas pisar el acelerador más de 2/3 de su recorrido, baja una o dos marchas. Si necesitas hundir el pedal del acelerador, estás consumiendo demasiado y la mecánica está sufriendo.
- Ajusta la velocidad a la luz de los semáforos. Si ves la luz roja, ve reduciendo la velocidad. Lo ideal serÃa que no fuese necesario detenernos y llegar lentamente cuando ya se pone en verde. Al iniciar la marcha es cuando más consumo generamos.
- Evita picarte con los demás conductores y facilita su incorporación. “Achuchar” al que se va a incorporar os hará gastar más combustible a ti y a él.
- Realiza una conducción suave, evita brusquedades, sobre todo con el pie derecho.
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